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lunes, 25 de noviembre de 2013

SÍ, TÚ: EMBARAZADA. ¿ALGUNA VEZ HAS PENSADO EN TU SUELO PÉLVICO?



Pues bien, responde a la pregunta. Supongo que el 80% o incluso me atrevo a decir el 90% de vosotras no os habíais parado a pensar en él.

¿QUÉ ES EL SUELO PÉLVICO?
Llamamos así al conjunto de músculos situado entre el pubis y el coxis, con forma de hamaca, que cierra la cavidad abdominal por su parte inferior. De su buen tono depende que sus órganos vecinos permanezcan en su lugar y funcionen bien.
Está formado por 2 capas, una capa más superficial (lo que llamamos periné) y una capa profunda.  Los músculos se entrecruzan, sus fibras se orientan hacia abajo y hacia fuera y rodean los 3 orificios: uretra, vagina y ano; contribuyendo al control esfinteriano.
En la capa superficial nos encontramos: el bulbo cavernoso, el isquio cavernoso, el transverso superficial y el esfínter anal



MUY IMPORTANTE: ¿CUÁL ES SU FUNCIÓN?
Sostiene la parte baja del abdomen en circunstancias de esfuerzo, pujo y aumento de volumen y peso de las vísceras(¡anda!¡embarazo!) y facilita el paso hacia el exterior o el interior(¡anda!¡el parto!), posible gracias a la elasticidad de la estructura.

¿POR QUÉ YO, EMBARAZADA, TENGO QUE SEGUIR LEYENDO ESTA ENTRADA?
La alteración más frecuente del suelo pélvico es el debilitamiento del mismo. Como mujeres tenemos la obligación de llegar a nuestro parto con un suelo pélvico bien fortalecido y el deber de cuidarlo y refortalecerlo tras el parto, porque cuando este se debilita se acentúa su forma de hamaca. Así aumenta su concavidad y deja de realizar sus funciones de sujeción de los órganos y cierre de los conductos y por tanto al no sujetar las vísceras estas se pueden recolocar verticalizándose y descendiendo hacia el exterior pudiendo incluso salir por vía vaginal ocasionando prolapso de útero, rectocele o cistocele, por ejemplo.


Hace poco, en un estudio en el que hicieron una exploración tonimétrica a una muestra de madres a los 3 meses del parto sólo el 10% tenía hipotonía de base de suelo pélvico. Esas mismas mujeres a los 6 meses el 80% tenía hipotonía de base de suelo pélvico. Pues está claro que el tono del suelo pélvico empeora.
 ¿QUÉ INFLUYE ENTONCES? ¿DÓNDE TENGO QUÉ ACTUAR? ¿Y CÓMO LO HAGO?

-          HAY HIPOTONÍA DE LA FAJA ABDOMINAL: Un aumento de presión en el embarazo debilita el abdomen y por tanto nuestro suelo pélvico. La solución es tonificar nuestro abdomen con ejercicios que no aumenten nuestra presión abdominal.
-          HAY CAMBIO DEL EJE DE GRAVEDAD EN EL EMBARAZO: Aumenta la presión y acabamos con antepulsión de pelvis. La corrección: una buena postura durante tu embarazo.
 

LLa postura ideal para sentarse correctamente consiste en: empujar el culete hasta el final de la silla y colocar los pies sobre un banquillo. Las rodillas quedarán más altas que las caderas y la espalda estará bien apoyada.


Cuando vayas a estar mucho tiempo de pie, lo ideal es intentar mantener la espalda recta. Será más fácil si subes un pie en un peldaño y vas alternando ambos pies.
 Debes doblar siempre las rodillas y redondear la esplada para acercarte al objeto. Una ayuda: adelanta un pie respecto al otro.



-        HAY DISTENSIÓN ABDOMINAL EN EL EMBARAZO: Lo ideal sería no engordar mucho y ver que nuestra pelvis va avanzando a lo largo que transcurre el embarazo. Nuestra matrona irá evaluando las dimensiones y la movilidad de nuestra pelvis, como por ejemplo las distancias pelvitrocantéreas, que van aumentando a medida que progresa el parto, importante para ir evaluando la distancia entre las espinas anteriores. También es importante evaluar la tensión del obturador interno e externo realizando movimientos de rotación externa e interna de pelvis.





-          CUIDAR NUESTRO ÚTERO GRÁVIDO: Otro punto importante a preparar antes del parto para tener buenas contracciones. ¿Qué podemos hacer? Técnicas hipopresivas, que son ejercicios posturales que disminuyen la presión intraabdominal y generan reflejos: no sólo activan el útero, también el periné, gracias a nuestro sistema neurovegetativo en presencia de estrógenos, que normalizan la tensión musculoesquelética.  Aquí tenéis una mini introducción a los efectos de los hipopresivos en un vídeo al que os recomiendo ir al enlace ya que al autor, Piti Pinsach, para mí un gran profesional de técnica hipopresiva, no dejaron publicar en Youtube el enlace a su vídeo. Podéis encontrar mucha información sobre los hipopresivos en su página web: www.pitipinsach.net


Hay que admitir que las técnicas hipopresivas requieren buena forma física, buena postura y motivación y frecuencia de ejercicio. Que no se me olvide decir que los ejercicios hipopresivos están aconsejados en el posparto a partir de los 3 meses. Últimamente se está poniendo muy de moda esto de las técnicas hipopresivas así que encontrareis información y seguro que clases muy cerquita de vuestro domicilio. De todas formas, ya hablaremos en otra entrada sobre estas técnicas. 


¿Y DESPUÉS DEL PARTO?

-          AUMENTO DE LATENCIA DE CONDUCCIÓN DEL NERVIO PUDENDO DESPUÉS DEL PARTO: Este nervio así nutre peor al músculo y no le da tono y contractilidad porque sufre por estiramiento e hipoxia. La solución sería adoptar en el parto posturas que no estiren el nervio pudendo como por ejemplo intentar aumentar el diámetro del estrecho medio de la pelvis en el momento del expulsivo con una anteversión pélvica o rotación interna de los fémures para favorecer el paso rápido de la cabeza del bebé a través de las espinas ciáticas (pero todo esto labor de la matrona; no vuestra, mamás) y prevenir con un buen ejercicio diario aeróbico para oxigenar bien nuestros tejidos.

-          DEBILIDAD DEL PERINÉ: Después del parto se ve afectado el tejido conjuntivo. Nuestro tejido conjuntivo está compuesto por un 20% de músculo y un 80% de tejido conjuntivo, éste último compuesto por fascias con 3 tipos de colágeno y grasa. Pues bien, el colágeno tipo I, que es el más sólido, se pierde después del parto. ¿Qué es lo que podemos hacer entonces? Comer proteínas en la dieta tras el parto, y por supuesto realizar una buena ejercitación de nuestro suelo pélvico, que estoy segura que vuestras matronas os lo indicarán encantadas: bien con Kegel, con masaje perineal…
Pues bien, esto es todo. Hoy vine cargada de deberes para vosotras, ¿verdad? Sé que es difícil llevar a cabo todos estos consejos, sobretodo en el posparto cuando nuestra atención se centra única y exclusivamente en nuestro bebé pero hay que empezar a prevenir desde edades muy tempranas nuestro suelo pélvico y durante el embarazo si queremos podemos beneficiarnos con mil y una cosas. Tenemos que mentalizarnos sobre todo esto, inculcarlo ya en nuestras hijas, nietas...Para que con el paso de los años estas generaciones de niñas lleguen a su embarazo con un suelo pélvico cuidado y lleno de cariño por todas nosotras, capaz y autosuficiente de estirarse y re-estirarse en el momento del parto y volver a su sitio meses después. Y ES QUE NUESTRO SUELO PÉLVICO VALE ORO, CHICAS.